Derivas de fumigaciones: 9 de Julio cuenta con una ordenanza que protege a
las escuelas rurales
El Concejo Deliberante de 9 de Julio promulgó por unanimidad una ordenanza
que prohíbe fumigaciones terrestres y aéreas a menos de 200 y 2000 metros,
respectivamente, de escuelas rurales. El proyecto se originó en la Sesión
Estudiantil por iniciativa de alumnas y alumnos del CEPT-15 del Chajá.
¿Por qué son importantes estos 200 y 2000 metros?
Cuando un campo es fumigado con
pesticidas, se estima que solamente dan en el blanco entre un 40 y 60%; el
resto es deriva. Esta deriva puede ser primaria, que es la que se produce en el
momento de la aplicación; o secundaria, que se genera en las horas siguientes a
la aplicación.Las derivas primarias pueden llegar a las Escuelas Rurales y
depositarse sobre distintas superficies, aún cuando la fumigación se hiciera
fuera del horario escolar. Donna Glinski de la Universidad de Georgia- EEUU,
analizó el agua de lluvia que drenaba de árboles ubicados cerca de campos
fumigados, y detectó la presencia de 32 pesticidas distintos. Este drenaje de
pesticidas se producirá en árboles de patios de escuelas rodeados de campos
fumigados, contaminando así el patio donde se recrean los alumnos. Mary Ward
del Instituto Nacional del Cáncer en EEUU, y Robert Gunier del Instituto de
Prevención del Cáncer de California encontraron residuos significativos de
pesticidas en alfombras de hogares situados en un radio de 750 metros de campos
fumigados. Es de esperar un fenómeno similar tanto en el exterior como en el
interior de escuelas rurales fumigadas a distancia de cero metros, aún cuando
sean realizadas fuera del horario escolar.Christian Lindh, de la Universidad de
Lund- Suecia, destaca que niñas/os son particularmente sensibles a los daños
que puede ocasionar la presencia de pesticidas debido a las diferencias
fisiológicas en relación a adultos. Niñas/os tienen mayor superficie de piel en
relación a su peso corporal, un metabolismo basal más alto y mayor
requerimientos de oxígeno. También ingieren más comida, beben más líquidos y
respiran más aire por peso corporal que los adultos. Y a esto se suma su mayor
proximidad al suelo y superficies contaminadas y su tendencia a llevarse los
dedos a la boca. Esta mayor vulnerabilidad debe ser protegida lo máximo
posible.El grupo del Dr. Damián Marino de la Universidad Nacional de La Plata
ha investigado la presencia de pesticidas en suelo, aire y agua de Escuelas
Rurales de la Provincia de Entre Ríos. Particularmente preocupante fue la
presencia de glifosato y su metabolito AMPA en suelos, y la de cipermetrina en
aire. Walter Alarcón del Instituto Nacional de Seguridad Laboral de EEUU
analizó 2593 casos de enfermedades agudas ocasionadas por pesticidas en
escuelas (rurales y no-rurales) de EEUU entre 1998 y 2002. De los casos en los
cuales se pudo determinar el origen del pesticida, el 31% correspondió a
derivas provenientes de cultivos adyacentes.Para concluir tomamos las palabras
de la Dra. Giovana Bonisoli de la Universidad Nacional de Rosario: “Una buena
salud necesita de una buena alimentación, pero para una buena alimentación hace
falta una buena agricultura; no se puede tener una buena agricultura en un
territorio que no es saludable”. Y de ninguna manera puede concebirse como
saludable a una escuela rural cuyas alumnas, alumnos y docentes estén amenazados
por las derivas de pesticidas. ¿Existe una alternativa productiva? Sí, y se
llama agroecología.Dr. Guillermo Hough- ConCiencia Agroecológica de 9 de Julio
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